martes, 16 de febrero de 2016

Ablación al morbo social

Estos últimos días me he cruzado bastante seguido con publicaciones compartidas del estilo "Dina necesita un Corazón, ¡por favor difundir!". Y realmente no termino de entender qué es lo que se pretende que uno haga con eso. ¿Deberíamos cortar al que tenemos al lado para proveerle de lo que necesita? ¿Deberíamos desear que otra persona sea diagnosticada de muerte cerebral para que otro sobreviva? Porque resultaría distinto si lo que se difunde fuera para un caso de Transplante de Médula Ósea, donde la posibilidad de donar es en vida, e incrementa notablemente las probabilidades del otro de vivir.

Y sí. Ya sé lo que están pensando. Pero no. No soy una perra desalmada. A lo que apunto con ésto, es a que de verdad entiendo la solidaridad del que comparte, y la desesperación del que está viendo morir a un ser querido... Pero lo real es que existen protocolos, existen procedimientos, y existen mecanismos de compatibilidades que analizan los expertos, para determinar la viabilidad o no de cada transplante. 

Uno puede colaborar difundiendo y contribuyendo a la concientización sobre la importancia de la Donación de Órganos, expresando su voluntad de ser donante en el Registro Nacional o por cualquiera de los medios disponibles, o hasta pedir (si en Dios se creyere) en nombre del paciente, iniciar una Cadena de Oración. Pero una vez entrado en una situación crítica de esa magnitud, no puede hacerse más que esperar y tener fe. Por muchas ganas que tenga uno de ayudar. Por mucha difusión que el caso reciba. Nadie puede hacer nada. No, al menos, para esa "Dina"...




1 comentario: